viernes, junio 23, 2006

Los Grandes Maestros y la Espiritualidad Superior


Recuerdo que hace años fui al cine a ver una película de Woody Allen llamada “Maridos y Mujeres” una de las protagonistas admiraba a un carismático psiquiatra que tenía un programa de TV que centraba su discurso en valorar la vida, buscar la hermosura de las cosas simples, saber apreciar las virtudes de cada uno, etc etc. Todo lo transmitía con una linda sonrisa y un inmenso carisma que lo hacía poseedor de millones de seguidores. Pues bien, en el transcurso del guión, en un noticiario, se informó que este mago de la buena onda se había suicidado porque poseía una fuete depresión acompañado de una vida llena de eventos desastrosos.

Cito esta cinta porque no puede representar mejor lo que opino respecto a los “Maestros” y gentes iluminadas de todos los tipos. Simplemente no creo en ellos, EN NINGUNO, ni en lo que predican ni en lo que sus fieles pretenden proyectar de ellos.

Pienso que todos somos humanos, con virtudes y defectos, con sombras y luces, todos no sentamos en el water del baño, si no nos jabonamos olemos mal, y tenemos sentimientos generosos y actitudes reprobables. Es cierto, hay algunos que se destacan, que son los mejores en sus experticias, han hecho grandes obras, han salvado la vida de muchos, o pueden ser herederos y representantes de cultos ancestrales y profundos, etc. Pero eso no los hace superiores a ti o a mi, simplemente los hace más virtuosos en su área.

No creo que el Dalay Lama sea un santo, ni que este en un rango superior de espiritualidad que el resto de los hombres, dudo mucho que lo que diga este impregnado de una sabiduría perse magistral. Porque tendría que creer en eso si es sólo un hombre?. Lo mismo respecto a lo que diga y escriba Maturana, porque debe ser siempre profundo, importante e interesante? .y la excelente Isabel Allende de pronto habla de cuestiones que no se relacionan para nada con literatura -incluso gruesas tonteras- y más o menos la tenemos que reverenciar, lo mismo corre para Ratzinger, Salvador Dali, Eric Hobsbawm, Pablo Neruda, Jesús, Mahoma quien sea. Acaso todos estos personajes como todos nosotros no nacieron simplemente del vientre de una madre que embarazada le daban calambres en las patas como a todas las madres?.

Creo que una cosa es respetar, reconocer las habilidades e importancia del otro, y otra es convertirlo en algo más allá de su carácter antropomórfico, en una divinidad viviente o cualquier otra alimaña.

Recuerdo con molestia que en mi Magíster de Historia de la Universidad de Chile tuve un ramo con un famoso profesor Salazar. Gran historiador, pero el flojo llegaba a hacernos clases una vez a las 500. Y cuando se dignaba a aparecer obviamente no traía nada preparado e improvisaba supuestas técnicas de trabajo grupal para sacarse los pillos de lo vagoneta que era. Pero no se le podía decir nada, era el “gran” profesor Salazar. Pedantería egocéntrica en su máximo esplendor.

A veces, en esto entra a tallar un asunto de fe, y la fe no es más que una creencia. Si un católico me dice por ejemplo que el Papa es infalible, no podrían entrar a cuestionar su convicción, yo también puedo creer en los ovnis, en que “todo sucede por algo” en el Reiki o lo que sea. Es decir la fe y las creencias son cuestiones eminentemente personales y particulares que no ameritan discutirse en base a argumentos lógicos, caen en el terreno de lo emocional y nadie puede ni tiene el derecho de cuestionar el nivel de subjetividad de cada uno. Pero otra cosa es darle un carácter oficial o incuestionable. Como aquellos que lograron evitar que todos viéramos la “Ultima Tentación de Cristo” porque se desvirtuaba la imagen sagrada de Jesús, que era equivalente a que a uno lo metan preso en Argentina si habla mal de Maradona, o que yo le de carácter de divinidad a mi Tortuga.

En este aspecto las sectas y grupos más o menos místicos dan cátedra. Tengo un par de familiares más que cercanos metidos en algunas de ellas y las reverencias que le hacen al respectivo “Maestro”, el culto pictográfico, y por su puesto la sangría económica es impresionante. Un miembro de una de ellas me contó que había seres en una determinada secta que eran tan poderosos espiritualmente que nadie se podía atravesar en su camino.

La mayoría de las sectas incitan a sus fieles a actuar de manera anti-natural, algunas orientalalistas a la abstinencia sexual y casi todas a alejar a la gente de sus familias. A duras penas puedo llegar a respetar lo anterior, pero que diablos, me refiero a gente adulta que puede hacer con su vida lo que quiera. Pero de nuevo, si estamos hablando de un tema de “creencias” de algo que puede como no puede ser, me pregunto, vale la pena castrarse y perderse por un “maestro” quizás sabio o quizás “trucho” las delicias placenteras del sexo y la perdida de cercanía con los seres queridos?.

Sin embargo la tendencia a construir pedestales a seres sólo bípedos no se hace presente únicamente en el ámbito religioso formal o informal de las sectas, casi diría que es parte de una tendencia del ser humano de llenar sus carencias con la imagen de gente “todopoderosa” o “moralmente impecable” a la cual arrimarse. Sin duda en ello pesa la mediocridad de no tener pensamiento autónomo o aferrarse a convicciones duras e inflexibles precocebidas. Ejemplos sobran, la imagen de Fidel Castro con su inteligencia sacrosanta y su figura de héroe, Jaime Guzman maestro de tantos plomazos, piadoso, impecable y bueno, que decir de Juan Pablo II que supuestamente era tan inmaculado, peregrino de la paz, bondadoso y sabio, metiendo a la derecha católica hasta el tuétano de la iglesia pero el siempre sonriente y santo. Allende, Neruda, Jimy Hendrix, Dali, tanto mito y devoción que hasta sus utensilios cotidianos son piezas de remates o museos.

No puedo terminar sin recordar algunas aberraciones que vienen al caso que me ha tocado escuchar en mi breve existencia:

“ Luis Maira es un hombre tan pero tan inteligente que a su nivel intelectual todo lo que piensa y decide es virtuoso y bueno” Compañero de la Universidad durante principios de los 90.

“La familia Parra igual que Violeta, Nicanor y todos ellos llevan las sencillez y la grandeza en los genes” Un dirigente por ahí.

“El padre Donoso todo lo que predica posee una enseñanza” Familiar cercano.

“Mi maestro de artes marciales puede bloquear tus golpes sin tocarte” Un amigo cercano.

“El pastor puede hacer que dos grandotes que tenga al frente caigan desmoronados de un solo golpe mental, es así de fuerte su poder” Junior que trabaja en mi empresa que se metió a una secta evangélica.

“Me sorprende su sencillez, me impresiona su humanidad, me apasiona su santidad” Canción de Joe Vascocelos referida al Dalai Lama.

Yo la verdad le creo más al tango de Santos Discepolo:

“Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor, ignorante, sabio, chorro, generoso, estafador.¡Todo es igual, nada es mejor, lo mismo un burro que un gran profesor!”

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Coincido con behemencia en que el verdadero maestro es uno mismo y está adentro y no afuera. Y encontrar a ese maestro ("conócete a tí mismo") requiere de voluntad y trabajo. Y como el trabajo con uno mismo es jodido (aparecen verdades-espejismos que el ego a veces no resiste)para algunos resulta más fácil, cómodo y funcional entregar su voluntad a un gurú trucho...creo en la acción de los samurais: "si ves un Buda en el camino, córtale la cabeza",es decir, no te pongas a admirar a un Buda, conviértete tu mismo en Buda. De qué te sirve la Budidad del otro? por qué no tú?...por qué no tú johny?...este texto puede ser un primer paso en tu camino a convertirte en maestro (de ti mismo claro, por que si te da por armar una secta...díos nos libre y nos guarde...cualquier díos, pero que nos libre y nos guarde).
Abrazos,
Alex.

PD: de pronto en el texto metes muchas cosas a la juguera que, desde mi punto ciego, no tienen mucho que ver...pero qué diablos...eres el maestro del prejuicio...jajajaja.
+cariños.

Petruska dijo...

Oh, sí... hay maestros, sí que los hay, no siempre santos, ni diablos, pero de haberlos haylos... endiosarlos, idiotizarlos, divinizarlos, es otra cosa... pero sí... hay, los hay y las hay.

Individuos cuyo arte es magistral, como algunos maestros de la construcción... eso sí es espiritualidad superior, pocos, pero hay... :)

Cariños,
P.

vanevalverdes dijo...

acertados comentarios. En mi universidad tambien hay de esas "vacas sagradas", incuestionables. Los maestros no son maestros, sólo son producto de las oportunidades sociales para desarrollar ciertas habilidades. Punto. NO son ni divinos ni infalibles.
Y la cuestion de la fé tiene muchos que ver. Lamenteblemente.
Saludos,
Carlos del Valle

Luciana dijo...

En lo que toca a la familia Parra...jejeje, ojalá nos llegue un pichintún!

La verdad, hasta ahora los únicos todopoderosos que conozco son los que han criado una familia de 7 hijos con el sueldo mínimo, los que hacen turnos de 24 hrs al día y numerosos personajes de calibres similares. El resto de los maestros, a lo más puedo admirarles su empeño por hacer alguna cosa bien. Y eso ya es harto.

Mira tú, recién leía otro blog donde estaban desmitificando un nuevo seudo gurú: Fernando Flores.

Y ya que estamos, quien busque gurús, que lea el blog de Dios: http://pordios.elerlich.com

PD: gracias por los comentarios al colegio...!

Pablo dijo...

Maestro, (uso este mote en la acepción jocosa cotidiana que usa la gente de la calle para dirigirse afectuosamente a alguien y no en el sentido que tú adecuadamente criticas)
Sólo agregar que estoy de acuerdo con prácticamente todo lo que planteas en tu artículo. Una vez me tocó un taxista chanta que era mormón y me empezó a vender su pomada, hasta que llegó un punto en que le hice demasiadas preguntas de pura curiosidad sobre su credo, su forma de organización, sus rituales, etc. y mostró la hilacha, diciéndome: "nuestra iglesia se caracteriza por tener línea directa con el de arriba, pero sólo algunas personas muy distinguidas pueden acceder a este privilegio... se nota que usted es distinguido, usted podría acercarse a algún templo y solicitar los materiales y folletos de nuestra iglesia.. tan sólo por la módica suma de..."

Y así. pero también me hago la contra pregunta: sí, es ciertos, hay religiones y credos más o menos honorables, así como hay maestros y gurúes chantas... pero sin embargo existen... ¿por qué? ¿será que tal vez la humanidad paradojalmente los necesite?

Anónimo dijo...

Cuñado, al leer tu pensamiento del cual comparto y no algunas referencias que ahí depositas quiero dar mi sentir y mi opinión.
Es habitual en nuestros días denominar despectivamente como secta a lo que creemos que son creencias ridículas y que a ti al parecer no te merecen ningún respeto.Creo que en nuestro mundo es muy frágil la libertad religiosa,de conciencia,expresión o asociación.El problema de las sectas está poco definido y la actitud intransigente o tajante contra ellas puede ser más peligrosa que las mismas sectas. Yo reemplazo la palabra secta por nuevos movimientos religiosos por ser más neutro y menos polémico,lo nuevo no tiene que ser sectario necesariamente, puede ser u movimiento renovador que puede estar en el interior de la religión o un fenómeno que no es religioso, yo creo que debieras pensar que es una espiritualidad, una forma de vida o una seudoreligión etc.
Hay un mundo muy amplio que va de lo sectario hasta la búsqueda sincera
Y considero que las raices religiosas de estas personas son incapaces de
Responder a la situación de crisis cultural y personal.Socialmente se ha creado un fuerte sentimiento de sectofovia.En parte es un problema de personas que adoptan una reacción ofensiva o agresiva antes de estigmatizar o condenar hay que entender la andadura sectaria y la necesidad espiritual que la sostiene.
En el artículo siento que hay detrás una perturbación social afectiva,
Incapacidad para pensar o decidir afectivamente por si mismo, aunque
Nacemos independientes nos educamos dependientes, esta dependencia con el tiempo logra madurar y superarla haciéndonos más libres.Hay que construir nuestro yo y no entregarlo a lo que sea.

Anónimo dijo...
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