jueves, septiembre 13, 2007

Quizás una Nueva Mirada Como Padres para el Manuel de Salas

Hace unas semanas en un cumpleaños de una amiga de la Patty conocimos a una apoderada del Manuel de Salas que estaba indignada con el colegio. Nos contó que había asistido a una fiesta de Tercero Medio pasadita de tono, en ella le habría tocado en mala suerte observar los excesos de los alumnos delante de algunos indolentes profesores. Además habló pestes del director, que el caos era total, que no había disciplina, que los baños estaban asquerosos, que muchos apoderados querían irse ahora ya del colegio, que la jornada escolar completa, que esto, lo otro y lo de más allá.

Al escucharla quedé pasmado, y con acidez estomacal, entré en una discusión respetuosa pero intensa respecto a que yo tenía una visión diametralmente opuesta de lo que era el colegio. Pero lo que más me descompuso es ver que aun quedan apoderados amargados con el Manuel de Salas, dispuestos a gritar a los cuatro vientos que es una “Porquería” y que no perciben ningún cambio.

Quedé tan conmocionado con esta actitud que creía extinta que me dediqué a consultar a algunos ex dirigentes de la Asociación de Padres (APALMS) que opinaban del estado del colegio y nuevamente me sorprendí de escuchar puras pestes y desencanto y la misma posición de querer retirar a sus hijos cuanto antes.

La Patty y yo inscribimos en el colegio al Ale hace ya cuatro años y ahora a nuestro hijo menor y estamos felices con el LMS. El resultado es un niño que ha aprendido muchísimo, altamente motivado por el conocimiento, que se le exige fuerte – a veces demasiado-, que lee casi un libro al mes estando en segundo básico, etc. Y además hemos visto a un equipo docente responsable que ha resuelto con criterio los problemas de disciplina que se han ido presentando en el curso.

Recuerdo que cuando llegué al colegio el estado de malestar, como el de la apoderada del cumpleaños, era generalizado, la gran mayoría de los padres sentían que el colegio estaba en un proceso de deterioro constante y grave y ya no creían en ningún cambio posible. Para ello bastaba ver los resultados de las pruebas SIMCE y el ambiente de despelote y desconfianza generalizada que se respiraba.

Pero se fueron tejiendo caminos, y como dirigente del curso y después como miembro de la Asociación de Padrés me tocó incluso contribuir a unos pocos de estos recorridos y mejoras que pasaré brevemente a detallar.

Traspaso a la Universidad de Chile: Lucha monumental de la comunidad que logró el hito histórico d terminar con la pésima administración de la UMCE y volver al alero original de la U de Chile. Debo agregar que entre otras cosas con la ley de retorno se creó la instancia del Consejo Asesor en que todos los estamentos del colegio incluidos funcionarios y alumnos, y también dos representantes de la Universidad guían los destinos del establecimiento en sus decisiones neurálgicas.

PEI: Creación del proyecto educativo institucional que establece las bases teóricas del estilo de colegio y producto alumno queremos formar. Esto va adjunto a una serie de medidas a corto, mediano y largo plazo que el LMS debe ir cumpliendo. En este proyecto, especie de “Constitución de la Republica” educativa participaron también todos los estamentos del Liceo.

Religiones Comparadas: El Manuel de Salas es uno de los primeros colegios en adoptar este programa que permite a los niños tener una visión amplía de las diferentes culturas del mundo y sus creencias desde una óptica abierta y tolerante. Hoy este instrumento, tal como conversé con la directora del primer ciclo, es uno de los importantes factores de aumento de los matriculas que se ha experimentado en el último tiempo.

Reestructuración: Permitió desvincular a un número importante de profesores que ya no calzaban con el nuevo perfil del colegio o que derechamente durante años fueron obstáculo para los cambios. Muchos directivos y docentes –por no decir todos- de los que escuché quejas de parte de los apoderados y que ya eran emblemáticos por sus trabas al desarrollo de la institución se fueron en esa pasada. Además se adecuó el número de horas de permanencia por docente que era más que excesiva y se traducía en una serie de irregularidades.

Fin de la Patudez: Había un número inmenso de apoderados que llevaban años sin pagar el colegio, renegociaban y de nuevo no pagaban. Se determinó terminar con ese abuso y regularizar desde ahora en adelante el estricto el cumplimiento de los compromisos económicos. Esto sumado a otros factores significó que el colegio dejara atrás años y años de números rojos en su administración.

Reglamento de convivencia escolar: En un trabajo de años y mucho esfuerzo se logró generar y aprobar un documento que rige las normas de comportamiento y convivencia en el LMS.

Casino: Se construyó un casino en que los niños se pueden quedar a almorzar. Otro viejo anhelo que por años se quedó en planos y promesas y nunca se llevaba a cabo.

Eso es lo grueso que se me viene a la memoria, más la contratación de una psicóloga, el programa de evolución docentes, los primeros signos de mejoras en las pruebas de medición externa, y ahora la construcción de infraestructura para la jornada escolar completa y muchísimas otras cosas que en muy poco tiempo han revolucionado la institución..

Quiero decir con mucho respeto y cariño, porque muchos de los que criticaré son mis amigos o al menos gente que aprecio profundamente por lo que han hecho en el LMS, que cuando escucho los argumentos de los inconformes me queda la sensación de que hay un exceso de desconfianza e intromisión en cuestiones que no son resortes de la labor de los apoderados. Desconfianza que se centra en la capacidad e idoneidad de los directivos del colegio: Que el proceso va muy lento, que el director no es apto para el cargo, que en la reestructuración se arreglaron los mismos de siempre, que los profesores se elegirán entre ellos para resguardar sus pegas, que los miembros no apoderados del Consejo Asesor no tienen criterio, que las autoridades del colegio y sus profesores no sólo no controlan la disciplina de los muchachos sino que además les da lo mismo… etc..etc. Y por otro lado críticas a cuestiones de gestión directa: Que el edificio que se construirá en el colegio debe tener las salas distribuidas de otra forma, que porque no se gasta la plata en infraestructura deportiva, que inglés debe tener más computadores, que debieran haber más talleres de esto o lo otro, etc.

Creo que estas críticas son poco adecuadas, no porque no sean validas en sí sino porque incluso atendiéndolas poseen un elemento bastante pernicioso. Sin confianza en un colegio, sus funcionarios y autoridades no se puede depositar algo tan valioso como nuestros hijos, no se puede convivir con la sensación ellos están prácticamente secuestrados en el colegio por una manga de ineficientes y negligentes que los tienen supeditados a “La Buena de Dios”. Esa actitud a mi juicio debe cambiar, los apoderados deben comenzar a creer en el colegio nuevamente y en las experticias de los profesionales que trabajan allí. Con desconfianza no puede generarse ningún cambio, ningún acuerdo como el PEI que fue un gran acuerdo comunitario.

Por otro lado es hora que los padres se desliguen mentalmente de los detalles administrativos del colegio, no se puede funcionar tampoco si estamos encima de porque no se pinto azul sino verde y porque no se compraron más libros en vez de pelotas. O porque se echo a este profesor que era tan bueno y se dejo a este otro.

Se me viene a la cabeza las criteriosas palabras de Marcelo Farah ex presidente de la Asociación de Padres que decía en términos generales algo así: Es mejor un mal director apoyado por la comunidad que uno bueno siempre descalificado. Con esto quería decir que hay que dejar actuar a las instituciones y autoridades del colegio razonablemente y no quitarles constantemente el piso porque cuando ello ocurre el que se deteriora es el colegio completo.

Esta claro que este establecimiento ha sido apuntalado con mucho empuje y lucha de los apoderados que tuvieron que intervenir y ser actores de primera línea para construir y demoler. Pero ahora a mi juicio, que gran parte de las vigas y cimientos están puestos ha llegado la hora de tener otra actitud, más comunicativa, mas apoyadora y confiada, no es fácil porque para muchos que estuvieron en la vanguardia eso también implica dar unos cuantos pasos hacia atrás.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Estimadisimo Jonhy: es muy admirable todo lo que han logrado, y lo han hecho en varios niveles, desde el casino como mencionas hasta el tema de los profesores, es decir la gama abarca un plan integral de mejoramiento..Entiendo tu malestar con aquellos que les resulta ligero opinar sin contribuir, la verdad es que lo que menos que cabe aquí es ser políticamente correcto, sino más bien como tu lo dices en tu escrito, directo y con argumentos claros y concretos, con el respaldo de la obra. Los padres, lo digo desde mi experiencia, le cargan al colegio su propia incapacidad de otorgarle a los hijos una guía clara, un apoyo y limites acertivos.Una vez por ahí escuché a un escritor amigo que decía que el alma se forma en la casa, y que el colegio es la fuente del conocimiento y los vínculos fraternales, y hoy por hoy los padres le otorgan al colegio toda la responsabilidad y asumen muy poco.
FElicitaciones por los logros que con el trabajo sincero han logrado.

cariños

Michelle

Anita dijo...

Qué alentador es leer sobre el compromiso, en este caso tuyo y el de Patty, en conjunto con otros, como padres y apoderados. Apoyo el comentario anterior en que algunos padres tienden a justificarse con el colegio su incapacidad para educar correctamente a sus hijos. Soy de las que piensa que el deterioro de los colegios y de la sociedad se debe a que cada vez hay menos padres comprometidos en la crianza de sus hijos. Cada vez se delega más la responsabilidad de ser padres. Ojalá muchos padres lean tu crónica.

Luciana dijo...

Hola, Johnny!
Nosotros, hasta el momento, somos probables futuros apoderados del colegio...a menos que optemos por meterlo al nene al que nos queda...a la vuelta (pero que es religioso). Y esta última elección sería sólo por hacerle "amistosa" la entrada al colegio..jejeje. De hecho hace unas semanas apareció en la Tercera alguna crónica sobre las mejoras al LMS y yo estaba bien contenta, incluso comenté en voz alta "qué bueno, cuando los cambios ya se noten será justo cuando el Máximo entre al colegio". Un colegio, hoy por hoy, no puede ser 100% perfecto. Y nunca será más que un complemento a lo que hay que hacer desde la casa y como incentivo al alumno por su cuenta.
El tema de la disciplina, por ejemplo, comienza desde la casa. Los profesores después ya no pueden hacer nada. Y si nos fijamos, la conducta normal desde que son guaguas, es que los papás típicos chilenos, echan a pastar a sus hijos para que otros se encarguen de ellos. Por supuesto que a los quince años no los van a pescar ni en bajada. No juegan con ellos, no les conversan, no les leen, no están con ellos al lado de la tele...y por tanto no hacen ningún tipo de diálogos y menos de reglas. La "libertad" la entienden como soltarlos, al mismo modo que abrirle la puerta al perro para que se pasee solo. ¡Cuántas veces, en los paseos a la plaza, vemos papás durmiendo a pata suelta en el pasto, mientras los niños -menores de 8 años- juegan y corren solos a merced de cualquier cosa! O mamás chachareando por el celular "galla, no te imaginai lo aburria que estoy...no tenis un panorama?" mientras los pergenios trepan apenas por las escaleritas del resbalín.
O sea, todos buscan delegarle a otro el cacho de criar sus hijos...y qué mejor que el colegio, ¿no?

Pablo dijo...

Hola Jhony, para ser franco, del Manuel de Salas en sí es poco y nada lo que puedo opinar, más allá de vivir a dos cuadras del colegio. Pero me quería detener en algo que mencionas y que yo veo que se da en varios colegios (sin ir más lejo, lo veo tambien en el de mi hija) y me refiero a la actitud exageradamente criticona y hasta chacetera de algunos apoderados hacia los establecimientos en los cuales ellos mismos han decidido libremente matricular a sus hijos. hay algo raro ahí, que creo que va más allá del colegio tal o cual y que tiene que ver en mi opnión con una lógica creciente en la cual el apoderado se siente "cliente" que paga por un "servicio" que ha "externalizado": ni más ni menos que la formación de sus hijos. Entonces tiende a comporarse como "el que pone la plata" y que exige que esta empresa de "outsorcing" formnativo que es el colegio cumpla con todas las especificaciones del "producto" del cual él mismo no se hace cargoen la casa. Es bien dramático, porque súmale a esto el arribismo y aspiracionismo propio de la última década de aumento del ingreso per cápita y acceso al consumo masivo de los chilenos y tienes una conbinación que puede ser fatal finalmente para loois propios niños.
Me parece admirable que gente como uds. traten deponer todo de su parte para involucrarse activamente con el proceso educativo y construir desde ahí, en conjunto con su coelgio.
Saludos, Pablo.

Natho47 dijo...

Los seres humanos somos muy complejos,ante una misma realidad tenemos posiciones antagónicas,mira tu,frente a lo que para mi es un descalabro lo que ha pasado con el robo en Ferrocarriles,hay muchos que ni se lo cuestionan.
Algo de eso pasa en los colegios,en todos pasa eso.Padres que se comprometen y otros que que ven como sus hijos pasan de curso,si es que pasan.Estos si llegan a un límite de critica se van y sigue el cuento en otro establecimiento educacional.
Yo estoy feliz con el colegio de mis Hij@s,el Alonso de Ercilla cumple todas nuestras expectativas,aún así hay cosas que no nos gustan,así es la vida.

Anónimo dijo...

Hola Johny,

hemos estado vitrineando el Manuel de Salas para nuestra hija Florencia. Que saber que hay apoderados como tu, con opiniones claras. Ojala que el Manuel de Salas siga mejorando porque hay pocos colegios laicos, pagables y con onda.

Anónimo dijo...
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